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RESEÑA HISTÓRICA DEL PARTIDO DE LOBERIA DE LA PCIA.DE BS. AS. |
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La Provincia de Buenos Aires debe su nombre al puerto de la otrora Ciudad de la Santísima Trinidad, que desde su origen gravitó potencialmente en el orden nacional.
La efímera instalación de Pedro de Mendoza en Buenos Aires en 1536 sólo duró cinco años. La ausencia de metales preciosos, las dificultades para proveerse de alimentos y la hostilidad de los aborígenes obligó a retirarse a la más importante expedición española llegada a estas playas. Pero en la llanura bonaerense quedaron 72 caballos y yeguas que se reprodujeron extraordinariamente y que serían la base de un cambio fundamental entre los aborígenes que los adoptaron como sustento y movilidad y les permitieron dominar ampliamente la geografía pampeana.
Juan de Garay realizó la segunda fundación de Buenos Aires en 1580, repartió chacras y estancias en sus alrededores e introdujo vacunos en la llanura, los que también se reprodujeron intensamente y en pocos años sustentaron el primer gran desarrollo económico de la hasta entonces humilde Buenos Aires: las vaquerías que posibilitaron la industria de exportación de cueros por el puerto de la ciudad. Justamente esta actividad llevó a un enfrentamiento con los aborígenes que duraría tres siglos: las vaquerías indiscriminadas produjeron una disminución del ganado cimarrón, favoreciendo la formación de estancias.
Pero los aborígenes, ahora incrementados con los araucanos provenientes de Chile, comenzaron a competir fuertemente por este ganado y el malón pasó a ser costumbre trágica en la llanura bonaerense. Una frontera imprecisa e inestable entre indígenas y españoles se formó cerca de Buenos Aires y limitó el avance de los españoles hacia el interior. Los intentos de consolidación de esta línea de frontera con los dominios indígenas llevaron a la construcción de fuertes que fueron origen de importantes localidades bonaerenses a partir de 1779. Recién en la época independiente se puede superar la línea del Río Salado en 1816 y la ocupación siguió mediante fuertes de consolidación de la frontera que originaron nuevos pueblos, entre ellos el Fuerte Independencia (Tandil).
El avistamiento por primera vez de las costas del partido de Lobería se produjo entre los días 9 y 10 de febrero de 1.520, en que surcó sus aguas la armada de Magallanes, en la cual el piloto Albo en su diario de viaje escribió la característica mas saliente de esta parte del litoral bonaerense: “ser costa hondable y limpia, donde los buques podías correr libremente...” se las designó “tierra de humos” porque los navegantes veían el humo producido por los indios de numerosas tolderías que tenían la costumbre de transmitir sus mensajes con fuego. Años mas tarde, en 1.582, una carta que enviara Juan de Garay al rey de España expresa su asombro por la existencia de grandes manadas de lobos marinos en la región actual de Cabo Corrientes.
En 1.839 el Coronel Narciso del Valle, por orden del gobierno, creó en el sudeste de la provincia de Buenos Aires el Partido “La Lobería Grande” que se extendía hasta Cabo Corrientes. La llamó así, por la presencia en la costa de gran número de lobos marinos, Otaria flavescens, que es el lobo de un pelo, estos lobos marinos eran explotados por sus cueros, la caza y el aumento de población los ahuyentó, reduciéndose el número de sus manadas.
“La Lobería Grande” se extendía hasta inmediaciones de Cabo Corrientes (actualmente la zona balnearia de Punta Mogotes que pertenece al Partido de General Pueyrredón), tenia el doble de extensión costera que la actual, pero este territorio, con el tiempo, fue dividido dando origen a otros partidos, y su nombre quedó solo como Partido de Lobería.
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A principios del siglo XIX, el paisaje de Lobería era muy diferente al actual, el suelo estaba cubierto de hierbas y altos pajonales, reinaba un arbusto, el curro mamuel; y en los montes y jardines se cultivaba el ombú.
Un suelo con pocas lagunas pero abundantes arroyos favorecieron el arraigo de los aborígenes primero y de los inmigrantes años después, que solo contaban con estos cursos de agua para bebida del ganado, hasta la llegada de los molinos a estas tierras.
El cordón de sierras albergaba gran variedad de animales autóctonos, en la diversidad de mamíferos y aves se destacaban el venado y el ñandú, muy apreciados como alimento.
Los primeros pobladores aún debían protegerse con rejas y fosos llenos de agua del ataque de malones aborígenes despechados por la expulsión de sus tierras. Las familias subsistían con huertas y cría de animales, además la tierra fértil favoreció la actividad agrícola, las cosechas eran embolsadas y transportadas al puerto en chatas en los primeros tiempos, para su exportación. Las Pulperías eran los sitios donde los pobladores compraban lo que necesitaban, se reunían en largas conversaciones y juegos; panaderías, zapaterías y carpinterías que fabricaban artículos de primera necesidad se instalaban alrededor de las pulperías.
La Primera Comisión Municipal, fue creada el 9 de Septiembre de 1.867 en tanto, el pueblo y cabecera del partido de igual nombre, fue fundada el 31 de enero de 1.891 siendo una de las primeras en establecerse en este sector de la provincia.
Inicialmente el desarrollo y crecimiento económico de Lobería estuvo fuertemente relacionado con la actividad agrícola ganadera. En 1876 surge el alambrado y con él las estancias de explotación mixta más agrícola que ganadera. En 1882 se funda la primer escuela llamada colegio Rivadavia en campos del señor Otamendi, que tuvo que cerrar por no ser reconocida por el gobierno, finalmente en 1884 se creo la primer escuela oficial la Escuela Nº 4. A fin del siglo XIX llega el ferrocarril que favorece el asentamiento de poblaciones a lo largo de las vías férreas de nuestro Partido como San Manuel, El Lenguaráz, Tamangueyú, El Moro, y en 1891 se funda la ciudad de Lobería como cabecera de Partido.
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